Los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) son un instrumento cuyo objetivo es favorecer el crecimiento económico, el empleo y la competitividad de la economía española.
Por el momento, se han aprobado 11 de ellos. Hoy venimos a hablar sobre uno de ellos, el PERTE de la Industria Naval. A continuación, explicaremos en qué consiste, cuáles son sus objetivos y quiénes pueden beneficiarse de él.
Qué es el PERTE de la Industria Naval
Este PERTE busca contribuir a la modernización del sector naval español, adaptándolo a las necesidades de nuestro tiempo y aumentando su competitividad a través de la digitalización, inversión y diversificación de sus cadenas de valor.
El objetivo marcado por el Gobierno es potenciar su competitividad alrededor de un 15% y lograr una tasa anual de crecimiento del 9%. Para ello, se invertirá en I+D en todas aquellas tecnologías y actividades relacionadas con la construcción naval, como nuevos materiales y herramientas tecnológicas.
Se espera que el PERTE de la Industria Naval consiga crear 3.100 puestos de trabajo de calidad, destinados, principalmente, a aquellas zonas periféricas donde se ubican los parques eólicos y los astilleros. También se busca facilitar la evolución sostenible de los procesos productivos y la mejora de las competencias de los trabajadores involucrados en este sector.
Por último, este PERTE se basará en tres líneas clave de actuación:
- Digitalización: se implementarán nuevas tecnologías de Industria 4.0 como la impresión 3D, la blockchain, el IoT o la realidad virtual, aumentada y mixta. Además, se desarrollarán sistemas no tripulados y se mejorará en áreas como la inteligencia artificial, la comunicación, la sensorización o la robotización, entre otros.
- Sostenibilidad: se apostará por la economía circular, la eficiencia energética y la gestión de residuos.
- Diversidad: se incrementará el aprovechamiento de la energía renovable marina. Para ello se apostará por el desarrollo de parques, la producción de hidrógeno verde y se desarrollarán sistemas de propulsión con energías renovables.
Objetivos del PERTE de la Industria Naval
Así pues, y parafraseando al Gobierno, los objetivos básicos del PERTE Naval son los siguientes:
- Mantener la aportación de este sector a la autonomía estratégica industrial;
- Diversificar la actividad hacia las energías renovables marinas;
- Digitalizar la cadena de valor;
- Incrementar la sostenibilidad medioambiental;
- Mejorar la formación y capacitación de los empleados;
- Generar importantes retornos económicos y sociales;
- Contribuir al desarrollo del sector naval;
- Crear empleo cualificado y de calidad.
Por otro lado, se aplicarán al transporte marítimo sistemas propulsores de cero emisiones, implementando soluciones y tecnologías eficientes para la generación y el almacenamiento de amoniacos verdes e hidrógeno.
También se fomentará la creación de diseños de estructuras flotantes transportables y fácilmente desmantelables. Estas se utilizarán en la construcción de plataformas offshore para la producción de energías renovables. Se optimizarán la seguridad, la ligereza, la funcionalidad y el respeto al medio ambiente.
Para finalizar, también se buscará el desarrollo de tecnologías ligadas a la gestión logística e intermodal, con el objetivo de transformar y adaptar a las nuevas necesidades los sistemas actuales de transporte. De esta forma, se avanzará hacia un modelo de transporte sostenible, integral e inteligente, con creciente protagonismo de la Inteligencia Artificial.
¿Cuál es el presupuesto del PERTE de la Industria Naval? ¿Quién se puede beneficiar?
Para el PERTE de la Industria Naval se prevé una inversión total de 1.460 millones de euros. El sector público contribuirá con 310 millones de euros y el sector privado con 1.150 millones de euros.
Podrán solicitarlo todas aquellas agrupaciones sin personalidad jurídica propia, formadas por, al menos, 6 entidades que no pertenezcan al mismo grupo. También podrán optar a él las entidades privadas, con personalidad jurídica propia, constituidas en España y las sociedades mercantiles estatales.
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